Absalón y Acab
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Un hombre redimido lleva consigo las características de Dios que incluso el mundo estima: honor, valor, sacrificio. Pero sin redención, esas características a menudo están manchadas por la codicia, la lujuria, la amargura y más. A diferencia del final de las historias de estos hombres, un hombre redimido por Jesús es capaz de encontrar la libertad del dolor, la amargura y la apatía. Es capaz de entrar en los propósitos de Dios con honor, coraje y sacrificio impulsado por el poder del Espíritu Santo para vencer estas tendencias pecaminosas. Que el Señor te bendiga para que seas un hombre ¡cuyo corazón está puesto en Dios!