Los Pactos de Dios

“Lo prometo”. 


Muy a menudo, esta frase se pronuncia de forma casual, a su vez sin pensar siquiera en sus implicaciones y su valor. Tal vez cumplamos nuestra promesa, pero ¿cuántas veces no cumplimos con las expectativas de nuestras palabras? Si somos sinceros con nosotros mismos, es difícil cumplir nuestras promesas. Sin embargo, cuando Dios dice “lo prometo” o “lo haré”, podemos estar seguros de que lo cumplirá.

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