Sufriendo con Cristo
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“Si me odian a mí, te odiarán a ti”, dijo Jesús a sus discípulos. No suavizó las dificultades que tendríamos que enfrentar cuando eligiéramos poner nuestra esperanza en Él: las pruebas de la abnegación y los sufrimientos crecientes de parecerse más a Jesús. Las dificultades de la difamación, la burla y la pérdida de amigos o familiares. La dificultad de ser atacado violentamente o incluso asesinado. Estas son posibilidades muy reales para aquellos que profesan a Jesús como Mesías. Y sin embargo, en contraste con las advertencias de nuestro Señor, sólo rasca la superficie del verdadero gozo que se encuentra en Él cuando soportamos el sufrimiento por su nombre.

